22.6.14

As entrelinhas com que a Europa se cose



François Hollande reuniu ontem, em Paris, oito chefes de governo social-democratas, que decidiram unanimemente apoiar a nomeação de Juncker para presidente da Comissão Europeia e obter em troca a presidência do Conselho.

Até aqui nada de muito especial e a notícia também é dada em artigo de hoje no Público (sem link, neste caso felizmente...), mas em texto tão mau que poupo na utilização de mais adjectivos. E mau porque aborda, «ao lado», o mais interessante do que se passou e que é bem realçado em El País, aliás no próprio título do artigo: François Hollande aplaca el ansia de Matteo Renzi.

«La minicumbre de nueve gobernantes socialdemócratas fue convocada por Hollande para aplacar la furia reformista de Renzi, que en los últimos días había asustado a Alemania (y a la sumisa Francia) al exigir cambios radicales en las políticas de la UE para espolear el crecimiento y el empleo. (...)

Obstinado en su promesa de reformar Italia, y reforzado por el histórico 40% obtenido en su primera gran cita con las urnas, el exalcalde de Florencia es el único político con respaldo popular de un centroizquierda castigado por los votantes, abandonado por las musas y alejado de la realidad.

Al exigir un nuevo Pacto de Estabilidad, que ahora limita el déficit de los Estados al 3% y la deuda al 60%, Renzi ha dividido a los conservadores y atemorizado a los socialdemócratas. El presidente saliente del Consejo, Hermann Van Rompuy, le anunció el martes en Roma que sus peticiones eran “inaceptables para los socios europeos”, y que no se dan las condiciones para tocar los tratados. (...)

La actitud meliflua de los socialistas europeos indica que la UE se apresta a vivir un quinquenio marcado por una gran coalición bipartidista. La tendencia, estrenada en Italia tras el avance del Movimiento 5 Estrellas, abrazada luego por Alemania, y ambicionada por muchos en España e incluso en Francia, está llamada a perpetuar el poder de los grandes partidos y a limitar el avance de los grupos eurófobos y extremistas que aprovecharon la crisis para expandirse por el continente. Ahora, conservadores y progresistas tienen enemigos comunes, y pueden decirle a su añeja rivalidad la palabra soñada: adiós.» (Realces meus.)

Entendido, nas linhas e nas entrelinhas?
.

0 comments: