No Público.es de ontem, pode ler-se um interessante texto de Vicenç Navarro – La Iglesia contra Jesús – em que o autor explica como, em Espanha, a Igreja «fez parte das estruturas do poder, tendo-se convertido, durante a ditadura, numa instituição chave na reprodução das relações de exploração, que permitiam o enriquecimento de grupos sociais minoritários à custa do mundo trabalhador».
Especialmente importante a descrição do comportamento da Igreja durante a Guerra Civil:
«El golpe militar de 1936 (que la Iglesia católica apoyó) liderado por el general Franco era la defensa de los intereses económicos y financieros de los grupos más privilegiados de la sociedad española, intereses que quedaban afectados por las reformas altamente populares llevadas a cabo por los gobiernos democráticamente elegidos durante la República. Entre estos grupos privilegiados estaba la propia Iglesia católica, que era una de las mayores propietarias de tierra, y por lo tanto, afectadas por la reforma agraria propuesta por la República. La Iglesia tenía también en los años treinta, 12.000 fincas rústicas y 8.000 edificios urbanos. La Iglesia era también la institución que ejercía un monopolio en la enseñanza, también afectado por las reformas educativas del Gobierno democráticamente establecido que favoreció el establecimiento de la escuela pública, medida también altamente popular.
De ahí que la Iglesia se convirtiera en el mayor portavoz de la resistencia a tales medidas, alentando públicamente al ejército a que se sublevara en contra del Gobierno democrático. Y cuando el golpe militar ocurrió, la Iglesia lo definió inmediatamente como una Cruzada, una cruzada que paradójicamente tenía en su vanguardia a tropas musulmanas, que eran las que la lideraban. No era de extrañar, por lo tanto, que cuando tuvo lugar el golpe militar sectores de las clases populares atacaran a las iglesias y al clero. Los excesos que ocurrieron en estos ataques (que deben criticarse) no debieran obstaculizar el entender (aunque no justificar) la enorme hostilidad existente hacia la Iglesia por parte de las clases populares que, traicionando el mensaje de su fundador, se había aliado con las fuerzas más explotadoras y oprimentes existentes en España, alianza que continuó durante la dictadura. Durante aquel odiado régimen, la Iglesia (con contadísimas excepciones) formó parte de él.
Esta institución fue, pues, una fuerza beligerante en aquel conflicto, y es de una enorme falsedad presentar a la Iglesia como “víctima”, como hizo recientemente Benedicto XVI. En realidad, su rol fue predominantemente victimizador. En muchas partes de España era la Iglesia la que confeccionaba la lista de los que la Falange o el ejército fusilaban, que eran, por cierto, los que defendían a un Gobierno democráticamente elegido. Y la enorme arrogancia que la caracteriza explica que no haya pedido ni siquiera perdón por su comportamiento a las víctimas, que pertenecían en su mayoría a las clases populares de las distintas regiones y naciones de España.»
(O realce é meu.)P.S. - A ler também:
Es hora de que la Iglesia pida perdón por tantos actos de agravio.
...
...
1 comments:
As igrejas, sejam de que religião professarem sempre fizeram guerra, portanto nada para admirar sobre este texto bastante bem feito...
As religiões desde que se transformarem em Igrejas...portanto em poder instituido, têm estado sempre do lado do poder da classe dominante, sempre contra as forças do progresso, seja qual ele for. Exemplos há nas suas franjas existirem Homens que tomaram outra posição...mas isso são excepções à regra...Em Espnha exitiriam Homens com sotaina que pegaram em armas contra os franquistas...excepções...
Rui Mateus.
Enviar um comentário