«Agudizar las desigualdades, saquear los recursos del tercer mundo, negarse a tomar medidas para detener el calentamiento climático, desestabilizar todo el Oriente Medio, multiplicar guerras y conflictos, todo esto tiene un costo que van pagando, desde hace décadas, las poblaciones, las del Sur en particular, contabilizado en muertos, desplazados, hambrientos y desesperados. Arrojando a las poblaciones a los caminos, en busca de un sitio donde sobrevivir. La Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) estima, este éxodo masivo, en 50 millones de refugiados en el mundo. (...)
Los países europeos y los Estados Unidos debían imaginarse que era inevitable el éxodo que se está produciendo. Al invadir Irak, desestabilizar toda la región de Oriente Medio, jugando a los aprendices de brujo con los movimientos islamista, ¿podían, realmente, pensar que esto iba a quedar sin consecuencias? Por supuesto, de cuando en cuando sufren atentados terroristas, muy mediatizados. Pero ¿qué representan midiéndolos con lo que viven las poblaciones de los países árabes, que tienen que vivir cotidianamente con el obscurantismo? (...)
Son décadas que el Mar Mediterráneo se está convirtiendo en cementerio humano, sin que eso conmueva a los responsables europeos que siguen transformando a Europa en un bunker. Solo la llegada masiva de refugiados al territorio europeo, proveniente de Siria en particular, hizo reaccionar a los gobiernos que cambiaron sus discursos y nos hablan, hoy, con el corazón en la mano, de principios, de derecho a asilo y, de la necesaria acogida humana de los refugiados. ¿En qué quedará? Los próximos días, las próximas semanas lo dirán. Pero, no se encontrarán soluciones duraderas al éxodo masivo de poblaciones que ya no pueden vivir en su país,estableciendo cuotas (por países) y seleccionando refugiados y migrantes económicos. (...)
Existen soluciones de fondo, y tienen que ver con terminar con las ventas de armas a bandas armadas de todo tipo; con dejar de apoyar regímenes como él de Arabia Saudita, que estuvo detrás de la creación del Estado Islámico y ahora se le confía la tarea de erradicarlo. Están en terminar con el saqueo de los recursos de los países del Sur y con las confrontaciones armadas que no tienen otra meta que permitir la intervención militar de los países occidentales.
Está en la anulación del sistema de la deuda que no es más que un mecanismo de transferencia de las riquezas de los pueblos a las entidades financieras.
Reside en la denuncia de los Acuerdos de Libre Comercio que pisotean, a su vez, la soberanía de los pueblos y refuerzan el saqueo de los recursos del Sur para mayor beneficio de los bancos y de las empresas transnacionales del Norte.»
Lucile Daumas
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