Estoy leyendo una novela de Louise Erdrich. A cierta altura, un bisabuelo encuentra a su bisnieto.
El bisabuelo está completamente chocho (sus pensamientos tienen el color del agua) y sonríe con la misma beatífica sonrisa de su bisnieto recien nacido. El bisabuelo es feliz porque ha perdido la memoria que tenía. El bisnieto es feliz porque no tiene, todavía, ninguna memoria.
Eduardo Galeano, El libro de los abrazos.
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2 comments:
muito bom, Joana. Tenho pensado muito em algo parecido por estes dias.
Nada melhor que nos transformarmos em outras formas de energia enquanto temos memória e capacidade para o fazer conscientemente! Nisto reside o saber viver e o saber morrer... tranquilamente.
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