Vem aí a explicação – «A Mão do Diabo», de José Rodrigues dos Santos

O pivot da RTP lançou ontem o seu novo livro de ficção. Apertemos os cintos, ou respiremos fundo, porque ele explica tudo o que está a acontecer-nos:

«Uns dizem que a culpa é da desregulação dos mercados, outros que é da má governação em Portugal. Quem é que está a falar verdade? (...) Com este romance, eu procurei clarificar as águas (...) e [as pessoas, que ficam com a informação] não se deixam enganar tão facilmente pelos políticos.» Vale a pena ouvi-lo na íntegra. 

Só daria para rir se não fosse perigoso e penso que dificilmente deixará de o ser. E é lamentável porque a ficção é uma arma poderosa, nomeadamente em tempos de crise. 

Ontem mesmo, no «Babelia» de El País, Antonio Muñoz Molina chamou a atenção para a sua importância (Dificultad de la ficción). 

« Necesitamos relatos para que el flujo de la realidad se nos vuelva inteligible. Unos más y otros menos, todos necesitamos relatos de ficción y de no ficción, fábulas y crónicas, retratos de personas que existen o han existido o que son imaginarias, documentales e historias interpretadas por actores. Necesitamos mirar de cerca la realidad y necesitamos escapar temporalmente de ella, y encontrar en las ficciones donde satisfacemos esa huida claves simbólicas que nos ayuden a entender lo que vemos al abrir los ojos, al apartarlos del libro, al salir de la sala de cine.(...)

Creo que necesitamos esos ejemplos más que nunca. Este trastorno de todo en el que estamos viviendo como un mal sueño que sigue durando y se hace cada vez más oscuro y más túnel nos ha llegado en una época en la que habíamos casi perdido la costumbre de mirar las cosas e intentar contarlas tal como son. Nos hemos quedado sin herramientas para construir relatos inteligibles. (...)

Salgo del cine una noche de sábado y en la calle casi a oscuras veo un hormigueo de sombras recortándose contra el escaparate de un supermercado que acaba de cerrar y en el que una por una van apagándose las luces. Los contenedores de la acera rebosan de paquetes de alimentos recién desechados: yogures, huevos, bandejas de carne, conservas, congelados, cartones de leche, embutidos, cestos de frutas, montones de verduras sin lustre. En la acera, en silencio, cada uno a lo suyo, ignorándose las unas a las otras, sin ayudarse ni interferirse, escarban en los contenedores, eligen, descartan, guardan en bolsas, amontonan en carritos, se marchan cada una en una dirección, con las cabezas bajas, personas de mediana edad, o ya mayores, ninguna con aspecto marginal, personas como yo que buscan en los desperdicios para remediar el hambre. Quién contará sus vidas.»

Era disto que precisávamos. Mas, a julgar pelas declarações do autor, estaremos em presença de explicações e de receitas populistas, em mais um gigantesco sucesso de vendas de José Rodrigues dos Santos... 

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