23.12.10

Globalização, esse bode expiatório


Tornou-se um lugar-comum considerar como provada a incompatibilidade entre globalização (inevitável), por um lado, e salvaguarda de sistemas de protecção social e equilíbrio na distribuição das riquezas, por outro, anunciando-se portanto a derrota fatal destes últimos. Não é assim, como bem se explica neste texto:

Os excertos que retiro não dispensam a leitura na íntegra.

«Por un lado, esa afirmación implica dar como inmutable el actual orden de cosas, suponer que el modo en que actualmente se regulan y gobiernan los fenómenos sociales no tiene alternativa ni puede funcionar de otro modo. Es decir, plantear los problemas sociales como si estos se presentaran siempre dentro de unos mismos valores de un constante eje de coordenadas. (…)

La realidad, por tanto, es que el tipo de organización socioeconómica de nuestro tiempo, el tipo específico de globalización dominante basada en la desigualdad, en el privilegio de las relaciones de mercado y en la plena libertad de movimientos del capital, es lo que hace inviable la extensión de los sistemas de bienestar social porque estos lógicamente requieren recursos que implicarían una merma sustancial del excedente que ahora se apropian en mucha mayor medida que en otras épocas los propietarios de capital. (…)

Un argumento incorrecto porque lo que, por el contrario, habría que plantear en primer lugar serían las exigencias de bienestar que habría que garantizar en todo el mundo para que la población pudiera satisfacer sus necesidades y a partir de ahí determinar los procesos que podrían garantizarla. (…)

La competitividad que se ha generalizado en los últimos decenios a través de los salarios bajos, de la precariedad en el trabajo y la inseguridad generalizada responde a una lógica que concentra mucho la renta y la riqueza en cada vez grupos más pequeños de la población pero a la larga generalizadamente empobrecedora. (…)

En definitiva, la incompatibilidad no se produce entre el Estado de Bienestar y la globalización, sino entre la globalización bajo las políticas neoliberales y el bienestar humano. Y la elección no puede ser la que predomina, sacrificar el bienestar para salvar el beneficio de unos pocos, sino limitar el beneficio para garantizar el bienestar de todos.

Una elección que, en todo caso, no pueden resolver los economistas sino que tiene que imponer la ciudadanía.»
...
...

0 comments: